PADUA: OTRA PERLA DEL VÉNETO A POCOS KILÓMETROS DE VENECIA
El Véneto, eso sí, no acaba en su capital. Una de sus ciudades más bonitas, y menos conocidas que las vecinas Venecia y Verona, es Padua –Padova en italiano–. La magnífica basílica de San Antonio de Padua, el santo que ha hecho famosa a la ciudad en todo el mundo –aunque fuera portugués– es una razón para visitarla aunque no seas religioso. Pero no es la única: una enorme plaza llena de estatuas, un teatro anatómico único en su universidad y, sobre todo, los espléndidos frescos medievales de la cappella degli Scrovegni. Te lo contamos todo en nuestro artículo Qué ver en Padua en un día.
El Véneto, eso sí, no acaba en su capital. Una de sus ciudades más bonitas, y menos conocidas que las vecinas Venecia y Verona, es Padua –Padova en italiano–. La magnífica basílica de San Antonio de Padua, el santo que ha hecho famosa a la ciudad en todo el mundo –aunque fuera portugués– es una razón para visitarla aunque no seas religioso. Pero no es la única: una enorme plaza llena de estatuas, un teatro anatómico único en su universidad y, sobre todo, los espléndidos frescos medievales de la cappella degli Scrovegni. Te lo contamos todo en nuestro artículo Qué ver en Padua en un día.
PADUA: OTRA PERLA DEL VÉNETO A POCOS KILÓMETROS DE VENECIA
El Véneto, eso sí, no acaba en su capital. Una de sus ciudades más bonitas, y menos conocidas que las vecinas Venecia y Verona, es Padua –Padova en italiano–. La magnífica basílica de San Antonio de Padua, el santo que ha hecho famosa a la ciudad en todo el mundo –aunque fuera portugués– es una razón para visitarla aunque no seas religioso. Pero no es la única: una enorme plaza llena de estatuas, un teatro anatómico único en su universidad y, sobre todo, los espléndidos frescos medievales de la cappella degli Scrovegni. Te lo contamos todo en nuestro artículo Qué ver en Padua en un día.
