Jehová es misericordioso y compasivo. No estará continuamente señalando nuestras faltas ni estará resentido para siempre (Sal. 103:8, 9).
Jeremías escribió el libro que lleva su nombre y probablemente también los libros de 1 y 2 Reyes. Sin duda, gracias a esta asignación vio lo misericordioso que es Jehová con los seres humanos imperfectos. Por ejemplo, supo que, cuando el rey Acab se arrepintió de sus malas acciones, Jehová dijo que no sería testigo de la aniquilación de toda su familia (1 Rey. 21:27-29). También se enteró de que, aunque Manasés ofendió a Jehová mucho más que Acab, Jehová lo perdonó cuando se arrepintió (2 Rey. 21:16, 17; 2 Crón. 33:10-13). Estos relatos debieron ayudar a Jeremías a imitar la paciencia y la misericordia de Dios. Pensemos en lo que hizo Jeremías cuando su amigo Baruc se distrajo por un tiempo de su labor. En vez de darlo por perdido, Jeremías lo ayudó transmitiéndole el mensaje franco pero cariñoso de Jehová (Jer. 45:1-5). w19.11 6 párrs. 14, 15
Jeremías escribió el libro que lleva su nombre y probablemente también los libros de 1 y 2 Reyes. Sin duda, gracias a esta asignación vio lo misericordioso que es Jehová con los seres humanos imperfectos. Por ejemplo, supo que, cuando el rey Acab se arrepintió de sus malas acciones, Jehová dijo que no sería testigo de la aniquilación de toda su familia (1 Rey. 21:27-29). También se enteró de que, aunque Manasés ofendió a Jehová mucho más que Acab, Jehová lo perdonó cuando se arrepintió (2 Rey. 21:16, 17; 2 Crón. 33:10-13). Estos relatos debieron ayudar a Jeremías a imitar la paciencia y la misericordia de Dios. Pensemos en lo que hizo Jeremías cuando su amigo Baruc se distrajo por un tiempo de su labor. En vez de darlo por perdido, Jeremías lo ayudó transmitiéndole el mensaje franco pero cariñoso de Jehová (Jer. 45:1-5). w19.11 6 párrs. 14, 15
Jehová es misericordioso y compasivo. No estará continuamente señalando nuestras faltas ni estará resentido para siempre (Sal. 103:8, 9).
Jeremías escribió el libro que lleva su nombre y probablemente también los libros de 1 y 2 Reyes. Sin duda, gracias a esta asignación vio lo misericordioso que es Jehová con los seres humanos imperfectos. Por ejemplo, supo que, cuando el rey Acab se arrepintió de sus malas acciones, Jehová dijo que no sería testigo de la aniquilación de toda su familia (1 Rey. 21:27-29). También se enteró de que, aunque Manasés ofendió a Jehová mucho más que Acab, Jehová lo perdonó cuando se arrepintió (2 Rey. 21:16, 17; 2 Crón. 33:10-13). Estos relatos debieron ayudar a Jeremías a imitar la paciencia y la misericordia de Dios. Pensemos en lo que hizo Jeremías cuando su amigo Baruc se distrajo por un tiempo de su labor. En vez de darlo por perdido, Jeremías lo ayudó transmitiéndole el mensaje franco pero cariñoso de Jehová (Jer. 45:1-5). w19.11 6 párrs. 14, 15

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