Padres sobreprotectores
Una de las tareas más difíciles de los padres a la hora de educar a sus hijos es mantener un equilibrio entre establecer normas y hábitos de comportamiento y amar y consentir a los pequeños de la casa. En este caso los extremos no son nada aconsejables, y mientras que algunos padres pecan de negligentes y desatienden a sus hijos, otros son sobreprotectores y están demasiado encima de ellos.
Este estilo de crianza no es positivo en absoluto, ya que el niño no se enfrenta a situaciones sociales o de riesgo controlado por la sobreprotección que ejercen sobre él sus padres, con lo cual no vive las experiencias necesarias para que pueda madurar y afrontar sus propios retos. Bajo este estilo de aprendizaje, la mayoría niños se vuelven algo más inseguros y parados que los demás. Los niños necesitan explorar su entorno, claro está que contando con el apoyo de una figura de apego como el padre o la madre, pero la sobreprotección puede dañar su aprendizaje y la confianza en sí mismos.
Para que el niño pueda desarrollarse y explorar el mundo que le rodea de forma independiente, es necesario que ofrezcamos soporte y ayuda al niño, pero este apego no debe ser confundido con un excesivo control.
Una de las tareas más difíciles de los padres a la hora de educar a sus hijos es mantener un equilibrio entre establecer normas y hábitos de comportamiento y amar y consentir a los pequeños de la casa. En este caso los extremos no son nada aconsejables, y mientras que algunos padres pecan de negligentes y desatienden a sus hijos, otros son sobreprotectores y están demasiado encima de ellos.
Este estilo de crianza no es positivo en absoluto, ya que el niño no se enfrenta a situaciones sociales o de riesgo controlado por la sobreprotección que ejercen sobre él sus padres, con lo cual no vive las experiencias necesarias para que pueda madurar y afrontar sus propios retos. Bajo este estilo de aprendizaje, la mayoría niños se vuelven algo más inseguros y parados que los demás. Los niños necesitan explorar su entorno, claro está que contando con el apoyo de una figura de apego como el padre o la madre, pero la sobreprotección puede dañar su aprendizaje y la confianza en sí mismos.
Para que el niño pueda desarrollarse y explorar el mundo que le rodea de forma independiente, es necesario que ofrezcamos soporte y ayuda al niño, pero este apego no debe ser confundido con un excesivo control.
Padres sobreprotectores
Una de las tareas más difíciles de los padres a la hora de educar a sus hijos es mantener un equilibrio entre establecer normas y hábitos de comportamiento y amar y consentir a los pequeños de la casa. En este caso los extremos no son nada aconsejables, y mientras que algunos padres pecan de negligentes y desatienden a sus hijos, otros son sobreprotectores y están demasiado encima de ellos.
Este estilo de crianza no es positivo en absoluto, ya que el niño no se enfrenta a situaciones sociales o de riesgo controlado por la sobreprotección que ejercen sobre él sus padres, con lo cual no vive las experiencias necesarias para que pueda madurar y afrontar sus propios retos. Bajo este estilo de aprendizaje, la mayoría niños se vuelven algo más inseguros y parados que los demás. Los niños necesitan explorar su entorno, claro está que contando con el apoyo de una figura de apego como el padre o la madre, pero la sobreprotección puede dañar su aprendizaje y la confianza en sí mismos.
Para que el niño pueda desarrollarse y explorar el mundo que le rodea de forma independiente, es necesario que ofrezcamos soporte y ayuda al niño, pero este apego no debe ser confundido con un excesivo control.

