espacio a sabiendas de que ambos países tenían el arsenal nuclear suficiente para reducir a cenizas al otro. La calma tensa propia de la Guerra Fría hizo que los americanos idearan un ambicioso plan para exhibir su superioridad destinando a más de 400.000 personas a trabajar en el programa Apollo y más de 106.000 millones de euros. Una auténtica barbaridad y más en esa época. En 1965 el 5,3% del presupuesto del país fue destinado al programa espacial.
En definitiva, el enviar el hombre a la Luna era una manera de sacar pecho y marcar territorio. Un ‘aquí mandamos nosotros’
En definitiva, el enviar el hombre a la Luna era una manera de sacar pecho y marcar territorio. Un ‘aquí mandamos nosotros’
espacio a sabiendas de que ambos países tenían el arsenal nuclear suficiente para reducir a cenizas al otro. La calma tensa propia de la Guerra Fría hizo que los americanos idearan un ambicioso plan para exhibir su superioridad destinando a más de 400.000 personas a trabajar en el programa Apollo y más de 106.000 millones de euros. Una auténtica barbaridad y más en esa época. En 1965 el 5,3% del presupuesto del país fue destinado al programa espacial.
En definitiva, el enviar el hombre a la Luna era una manera de sacar pecho y marcar territorio. Un ‘aquí mandamos nosotros’


