El amor, una de las fortalezas de las personas altamente sensibles
En efecto, el amor también es una fortaleza psicológica. ¿En qué sentido? En la capacidad para saber darse a los demás, en cuidar de las relaciones, en comprender cuáles son las bases de este sentimiento. Y no hablamos solo de las relaciones afectivas.
Si el amor es una de las fortalezas de las personas altamente sensibles es por su sabiduría a la hora de entender en qué consiste esta dimensión. Es cuidar, es dar cariño sin atosigar, respetando espacios y necesidades. Es saber que el cariño se basa en la reciprocidad, en la comunicación emocional y no en la comunicación violenta.
El problema es que esta personalidad cuida cada uno de estos aspectos. Sin embargo, no siempre recibe lo que da, pero aún así no desiste. Es fiel a sus principios, a sus esencias. La alta sensibilidad no es algo que uno elija, se viene con ello y es así como se entiende la vida, las relaciones, la propia existencia…
En efecto, el amor también es una fortaleza psicológica. ¿En qué sentido? En la capacidad para saber darse a los demás, en cuidar de las relaciones, en comprender cuáles son las bases de este sentimiento. Y no hablamos solo de las relaciones afectivas.
Si el amor es una de las fortalezas de las personas altamente sensibles es por su sabiduría a la hora de entender en qué consiste esta dimensión. Es cuidar, es dar cariño sin atosigar, respetando espacios y necesidades. Es saber que el cariño se basa en la reciprocidad, en la comunicación emocional y no en la comunicación violenta.
El problema es que esta personalidad cuida cada uno de estos aspectos. Sin embargo, no siempre recibe lo que da, pero aún así no desiste. Es fiel a sus principios, a sus esencias. La alta sensibilidad no es algo que uno elija, se viene con ello y es así como se entiende la vida, las relaciones, la propia existencia…
El amor, una de las fortalezas de las personas altamente sensibles
En efecto, el amor también es una fortaleza psicológica. ¿En qué sentido? En la capacidad para saber darse a los demás, en cuidar de las relaciones, en comprender cuáles son las bases de este sentimiento. Y no hablamos solo de las relaciones afectivas.
Si el amor es una de las fortalezas de las personas altamente sensibles es por su sabiduría a la hora de entender en qué consiste esta dimensión. Es cuidar, es dar cariño sin atosigar, respetando espacios y necesidades. Es saber que el cariño se basa en la reciprocidad, en la comunicación emocional y no en la comunicación violenta.
El problema es que esta personalidad cuida cada uno de estos aspectos. Sin embargo, no siempre recibe lo que da, pero aún así no desiste. Es fiel a sus principios, a sus esencias. La alta sensibilidad no es algo que uno elija, se viene con ello y es así como se entiende la vida, las relaciones, la propia existencia…
