Si tienes hijos pequeños, no cometas el error de perderte su infancia. Sus juegos, su curiosidad, su alegría. Que ellos vean que su mamá o papá son cercanos, amigables, llenos de amor. Aún si este mundo te obliga a estar casi todo el día lejos de ellos, aparta un tiempo para el abrazo, la caricia, y para disfrutar la risa de tus hijos. Eso les dará seguridad emocional, y se sentirán amados. Y además, porque la vida vuela, en un descuido crecen y se van. ¡No te pierdas la alegría de compartir su vida!
Si tienes hijos pequeños, no cometas el error de perderte su infancia. Sus juegos, su curiosidad, su alegría. Que ellos vean que su mamá o papá son cercanos, amigables, llenos de amor. Aún si este mundo te obliga a estar casi todo el día lejos de ellos, aparta un tiempo para el abrazo, la caricia, y para disfrutar la risa de tus hijos. Eso les dará seguridad emocional, y se sentirán amados. Y además, porque la vida vuela, en un descuido crecen y se van. ¡No te pierdas la alegría de compartir su vida!

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