¿Ha notado lo que le pasa a la sombra que un árbol proyecta sobre el suelo a medida que avanza el día? Va cambiando de tamaño y dirección. Así de inestables suelen ser los proyectos y las promesas de los seres humanos. Por eso no se puede confiar en ellos. Todos somos imperfectos. Sin embargo, hay uno que no cambia, que lo que dice se cumple. Note lo que Él mismo dice: “Yo soy Jehová y no cambio".
Malaquías 3:6
"Todos los regalos buenos y todos los dones perfectos vienen de arriba, descienden del Padre de las luces celestes. Él no varía ni cambia, como sí cambian las sombras".
Santiago 1:17
Jehová es constante y digno de confianza aun en los más mínimos detalles. Por eso podemos poner toda nuestra confianza en él y sus promesas. ¿Quiere saber que ha prometido?