Los faros somos centinelas en las costas rocosas alrededor del mundo. Nuestra luz centelleante es una vista bien acogida entre los que se encuentran en el mar oscuro, agitado por una tormenta. Hasta el sonido quejumbroso de nuesta sirena de niebla consuela a los oídos de los que no pueden ver la luz.
Los testigos de Jehová somos como faros; por todo el mundo llevamos la luz de la Palabra de Dios a todos los que se encuentran como en un mar oscuro, agitado, tenebroso, sin esperanza y envueltos en problemas sin encontrar la salida. Mediante nuestra voz que a muchos puede parecer repetitiva, damos la alarma para que presten atención y hasta los ciegos y sordos pueden escuchar y percibir la luz espiritual.
"Porque Dios es el que dijo: “Que brille la luz en medio de la oscuridad”. Y él ha brillado sobre nuestros corazones para iluminarlos a través del rostro de Cristo con el glorioso conocimiento de Dios". 2 Corintios 4:6
Jesús dijo de sus seguidores fieles:
"Ustedes son la luz del mundo". Mateo 5:14
Es una gran responsabilidad y también un gran honor el resplandecer como iluminadores en el mundo. (Filipenses 2:15)
¿Le gustaría beneficiarse de la luz espiritual?