El enamoramiento es un delirio de profunda alegría, un volcán químico de pasión sin control, y una etapa de gran locura... que siempre se acaba. Y nunca es bueno tomar decisiones permanentes (casarse, tener hijos, deudas, o nuevos familiares políticos) por emociones pasajeras. El amor en cambio es conocer a la otra persona, coincidir en los planes de vida, aceptarle a ella o él con sus virtudes o defectos, y a pesar de conocerse muy bien, elegirse cada día para caminar juntos por la vida. Amarse es mucho más profundo que enamorarse, e implica ser amigos, cómplices, compinches, y buenos amantes. Porque enamorarse y amar... no son la misma cosa!