La buena conducta sirve de testimonio
“Mantengan excelente su conducta entre las naciones”, dijo el apóstol Pedro, y los cristianos jóvenes toman en serio este mandato. (1 Pedro 2:12.) Como resultado, su buena conducta proporciona con frecuencia un buen testimonio. En el país africano de Camerún, cierto señor asistió por segunda vez a una reunión de congregación de los testigos de Jehová y se sentó por casualidad al lado de una niña. Observó que cada vez que el orador invitaba al auditorio a buscar un pasaje de la Biblia, la niña encontraba enseguida el versículo en su propio ejemplar y seguía atentamente la lectura. Su actitud le impresionó tanto, que al concluir la reunión, se dirigió al orador y le dijo: “Esta niña ha hecho que desee estudiar la Biblia con ustedes”.
En África del Sur hay una escuela en la que veinticinco estudiantes son hijos de testigos de Jehová. Gracias a su buena conducta, los testigos de Jehová gozan de una magnífica reputación en esa escuela. Una maestra le dijo en confianza a un padre Testigo que no entendía cómo conseguían los Testigos educar tan bien a sus hijos, en especial porque su iglesia no había logrado ayudar a los jóvenes.
“Mantengan excelente su conducta entre las naciones”, dijo el apóstol Pedro, y los cristianos jóvenes toman en serio este mandato. (1 Pedro 2:12.) Como resultado, su buena conducta proporciona con frecuencia un buen testimonio. En el país africano de Camerún, cierto señor asistió por segunda vez a una reunión de congregación de los testigos de Jehová y se sentó por casualidad al lado de una niña. Observó que cada vez que el orador invitaba al auditorio a buscar un pasaje de la Biblia, la niña encontraba enseguida el versículo en su propio ejemplar y seguía atentamente la lectura. Su actitud le impresionó tanto, que al concluir la reunión, se dirigió al orador y le dijo: “Esta niña ha hecho que desee estudiar la Biblia con ustedes”.
En África del Sur hay una escuela en la que veinticinco estudiantes son hijos de testigos de Jehová. Gracias a su buena conducta, los testigos de Jehová gozan de una magnífica reputación en esa escuela. Una maestra le dijo en confianza a un padre Testigo que no entendía cómo conseguían los Testigos educar tan bien a sus hijos, en especial porque su iglesia no había logrado ayudar a los jóvenes.
La buena conducta sirve de testimonio
“Mantengan excelente su conducta entre las naciones”, dijo el apóstol Pedro, y los cristianos jóvenes toman en serio este mandato. (1 Pedro 2:12.) Como resultado, su buena conducta proporciona con frecuencia un buen testimonio. En el país africano de Camerún, cierto señor asistió por segunda vez a una reunión de congregación de los testigos de Jehová y se sentó por casualidad al lado de una niña. Observó que cada vez que el orador invitaba al auditorio a buscar un pasaje de la Biblia, la niña encontraba enseguida el versículo en su propio ejemplar y seguía atentamente la lectura. Su actitud le impresionó tanto, que al concluir la reunión, se dirigió al orador y le dijo: “Esta niña ha hecho que desee estudiar la Biblia con ustedes”.
En África del Sur hay una escuela en la que veinticinco estudiantes son hijos de testigos de Jehová. Gracias a su buena conducta, los testigos de Jehová gozan de una magnífica reputación en esa escuela. Una maestra le dijo en confianza a un padre Testigo que no entendía cómo conseguían los Testigos educar tan bien a sus hijos, en especial porque su iglesia no había logrado ayudar a los jóvenes.
