Competitividad para acceder a una plaza en la Universidad de Tokio
Todos los japoneses aspiran a entrar en la universidad Tôdai pero, evidentemente, no todos lo conseguirán. La competitividad para acceder a una plaza es máxima y los exámenes no aptos para todos. Esta competencia puede empezar, incluso, antes de que los niños empiecen a caminar y es que los progenitores suelen ejercer una fuerte presión sobre los estudios de sus hijos. Los padres piensan que el futuro de sus retoños y, de rebote, su propio porvenir, pasa por una plaza en la Universidad de Tokio. Toda esta presión puede conllevar consecuencias imprevisibles en los hijos y es que no cumplir con las expectativas puede resultar una humillación tanto para el estudiante como para su familia.
Todos los japoneses aspiran a entrar en la universidad Tôdai pero, evidentemente, no todos lo conseguirán. La competitividad para acceder a una plaza es máxima y los exámenes no aptos para todos. Esta competencia puede empezar, incluso, antes de que los niños empiecen a caminar y es que los progenitores suelen ejercer una fuerte presión sobre los estudios de sus hijos. Los padres piensan que el futuro de sus retoños y, de rebote, su propio porvenir, pasa por una plaza en la Universidad de Tokio. Toda esta presión puede conllevar consecuencias imprevisibles en los hijos y es que no cumplir con las expectativas puede resultar una humillación tanto para el estudiante como para su familia.
Competitividad para acceder a una plaza en la Universidad de Tokio
Todos los japoneses aspiran a entrar en la universidad Tôdai pero, evidentemente, no todos lo conseguirán. La competitividad para acceder a una plaza es máxima y los exámenes no aptos para todos. Esta competencia puede empezar, incluso, antes de que los niños empiecen a caminar y es que los progenitores suelen ejercer una fuerte presión sobre los estudios de sus hijos. Los padres piensan que el futuro de sus retoños y, de rebote, su propio porvenir, pasa por una plaza en la Universidad de Tokio. Toda esta presión puede conllevar consecuencias imprevisibles en los hijos y es que no cumplir con las expectativas puede resultar una humillación tanto para el estudiante como para su familia.
