Aunque a veces no nos demos cuenta, vivimos en una sociedad muy consumista y en base a ello podemos decir que estamos constantemente en el empuje de intentar lograr objetivos que nos lleven al éxito, probar las enésimas herramientas para mantener la eterna juventud e incluso confundir, a veces, que la felicidad pasa por el consumo y obtención de diferentes objetos materiales, dejando de lado ciertas cosas más importantes.
Muchas veces debido a no poder conseguir lo planteado pasamos por distintos estados emocionales como estrés, tristeza, ansiedad o angustia. Estos estados pueden ser temporales. Pero la falta de felicidad en nosotros nos puede llevar a un camino con difícil retorno: la depresión.
Muchas veces debido a no poder conseguir lo planteado pasamos por distintos estados emocionales como estrés, tristeza, ansiedad o angustia. Estos estados pueden ser temporales. Pero la falta de felicidad en nosotros nos puede llevar a un camino con difícil retorno: la depresión.
Aunque a veces no nos demos cuenta, vivimos en una sociedad muy consumista y en base a ello podemos decir que estamos constantemente en el empuje de intentar lograr objetivos que nos lleven al éxito, probar las enésimas herramientas para mantener la eterna juventud e incluso confundir, a veces, que la felicidad pasa por el consumo y obtención de diferentes objetos materiales, dejando de lado ciertas cosas más importantes.
Muchas veces debido a no poder conseguir lo planteado pasamos por distintos estados emocionales como estrés, tristeza, ansiedad o angustia. Estos estados pueden ser temporales. Pero la falta de felicidad en nosotros nos puede llevar a un camino con difícil retorno: la depresión.


