Cuando por fin tenemos en nuestro brazos a nuestro bebé arcoíris no olvidamos que la tormenta haya sido difícil o que nunca sucedió. No estamos negando nuestro dolor, un bebé arcoíris nos brinda la posibilidad de poder apreciar la luz de una nueva esperanza convertida en un hermoso bebé.
Cuando por fin tenemos en nuestro brazos a nuestro bebé arcoíris no olvidamos que la tormenta haya sido difícil o que nunca sucedió. No estamos negando nuestro dolor, un bebé arcoíris nos brinda la posibilidad de poder apreciar la luz de una nueva esperanza convertida en un hermoso bebé.