Empeños a lo Bestia
No hay un programa más divertido que el de la familia Gold en su casa de empeños de la milla 8 en Detroit. Esta familia es totalmente real y su negocio de empeños también lo es, pero que haya tanta gente extraña todos los días pasando por allí y haciendo las locuras que hacen, eso ya no es así. Esta todo preparado y teatralizado y es que es demasiada la locura de esa casa de empeños como para ser real. Algún que otro extra del programa ha confesado que las peleas entre ellos están todas preparadas y que en realidad no se llevan nada mal. Y es que verdaderamente no hay nadie que se crea que todos los días llegan allí clientes con ganas de pelearse, aunque esto no quita que sea muy divertido.
No hay un programa más divertido que el de la familia Gold en su casa de empeños de la milla 8 en Detroit. Esta familia es totalmente real y su negocio de empeños también lo es, pero que haya tanta gente extraña todos los días pasando por allí y haciendo las locuras que hacen, eso ya no es así. Esta todo preparado y teatralizado y es que es demasiada la locura de esa casa de empeños como para ser real. Algún que otro extra del programa ha confesado que las peleas entre ellos están todas preparadas y que en realidad no se llevan nada mal. Y es que verdaderamente no hay nadie que se crea que todos los días llegan allí clientes con ganas de pelearse, aunque esto no quita que sea muy divertido.
Empeños a lo Bestia
No hay un programa más divertido que el de la familia Gold en su casa de empeños de la milla 8 en Detroit. Esta familia es totalmente real y su negocio de empeños también lo es, pero que haya tanta gente extraña todos los días pasando por allí y haciendo las locuras que hacen, eso ya no es así. Esta todo preparado y teatralizado y es que es demasiada la locura de esa casa de empeños como para ser real. Algún que otro extra del programa ha confesado que las peleas entre ellos están todas preparadas y que en realidad no se llevan nada mal. Y es que verdaderamente no hay nadie que se crea que todos los días llegan allí clientes con ganas de pelearse, aunque esto no quita que sea muy divertido.