Pérdida de significados vitales
La crisis existencial se asocia con una pérdida del sentido de autenticidad en el que se pierde el sentido del yo. Nada es lo que se pensaba al principio. Se refuerza la percepción de que la sociedad puede fallar.
La pérdida de significados vitales se siente con enfado, decepción y rabia. La persona se siente muy mal, incluso consigo misma por sentir que ha depositado su confianza en esas estructuras sociales que ahora le fallan. Siente que es una persona ingenua por haber creído en algún momento de su vida que todo es maravilloso y que nada puede salir mal.
Son pocas las cosas más peligrosas para la salud mental que percibir que la vida ha perdido sentido. Pensar que nada es como uno pensaba y que la sociedad nos ha fallado puede sumirnos en un estado de gran ansiedad que más tarde puede dar pie a un trastorno depresivo.
La crisis existencial se asocia con una pérdida del sentido de autenticidad en el que se pierde el sentido del yo. Nada es lo que se pensaba al principio. Se refuerza la percepción de que la sociedad puede fallar.
La pérdida de significados vitales se siente con enfado, decepción y rabia. La persona se siente muy mal, incluso consigo misma por sentir que ha depositado su confianza en esas estructuras sociales que ahora le fallan. Siente que es una persona ingenua por haber creído en algún momento de su vida que todo es maravilloso y que nada puede salir mal.
Son pocas las cosas más peligrosas para la salud mental que percibir que la vida ha perdido sentido. Pensar que nada es como uno pensaba y que la sociedad nos ha fallado puede sumirnos en un estado de gran ansiedad que más tarde puede dar pie a un trastorno depresivo.
Pérdida de significados vitales
La crisis existencial se asocia con una pérdida del sentido de autenticidad en el que se pierde el sentido del yo. Nada es lo que se pensaba al principio. Se refuerza la percepción de que la sociedad puede fallar.
La pérdida de significados vitales se siente con enfado, decepción y rabia. La persona se siente muy mal, incluso consigo misma por sentir que ha depositado su confianza en esas estructuras sociales que ahora le fallan. Siente que es una persona ingenua por haber creído en algún momento de su vida que todo es maravilloso y que nada puede salir mal.
Son pocas las cosas más peligrosas para la salud mental que percibir que la vida ha perdido sentido. Pensar que nada es como uno pensaba y que la sociedad nos ha fallado puede sumirnos en un estado de gran ansiedad que más tarde puede dar pie a un trastorno depresivo.
