Cambiando el látigo por la caricia emocional
Una vez hemos identificado el origen y mantenimiento de esta tendencia al autocastigo, el siguiente paso es saber cómo se puede cambiar esto. Vamos a darte algunas pautas interesantes a modo de comienzo.
Lo primero que debes hacer es empezar a identificar esas situaciones en las que te insultas y te quitas valor. Para esto te propongo que durante una semana vayas apuntando (en una libreta, en las notas del móvil, en tu agenda...) cada vez que piensas y/o dices algo negativo sobre ti, como: "soy tonto/a, no sirvo para esto, no lo voy a conseguir, soy un desastre, soy inútil...".
El hecho de decirnos estas frases al final acaba generando en nosotros/as la idea de que no valemos y, al final, acabamos actuando en base a esos mensajes, lo que provoca que nos posicionemos, muchas veces, como actores y actrices secundarios/as del rodaje de nuestras vidas.
Una vez hemos identificado el origen y mantenimiento de esta tendencia al autocastigo, el siguiente paso es saber cómo se puede cambiar esto. Vamos a darte algunas pautas interesantes a modo de comienzo.
Lo primero que debes hacer es empezar a identificar esas situaciones en las que te insultas y te quitas valor. Para esto te propongo que durante una semana vayas apuntando (en una libreta, en las notas del móvil, en tu agenda...) cada vez que piensas y/o dices algo negativo sobre ti, como: "soy tonto/a, no sirvo para esto, no lo voy a conseguir, soy un desastre, soy inútil...".
El hecho de decirnos estas frases al final acaba generando en nosotros/as la idea de que no valemos y, al final, acabamos actuando en base a esos mensajes, lo que provoca que nos posicionemos, muchas veces, como actores y actrices secundarios/as del rodaje de nuestras vidas.
Cambiando el látigo por la caricia emocional
Una vez hemos identificado el origen y mantenimiento de esta tendencia al autocastigo, el siguiente paso es saber cómo se puede cambiar esto. Vamos a darte algunas pautas interesantes a modo de comienzo.
Lo primero que debes hacer es empezar a identificar esas situaciones en las que te insultas y te quitas valor. Para esto te propongo que durante una semana vayas apuntando (en una libreta, en las notas del móvil, en tu agenda...) cada vez que piensas y/o dices algo negativo sobre ti, como: "soy tonto/a, no sirvo para esto, no lo voy a conseguir, soy un desastre, soy inútil...".
El hecho de decirnos estas frases al final acaba generando en nosotros/as la idea de que no valemos y, al final, acabamos actuando en base a esos mensajes, lo que provoca que nos posicionemos, muchas veces, como actores y actrices secundarios/as del rodaje de nuestras vidas.
