Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo unigénito (Juan 3:16).
Con la parábola del hijo perdido, Jesús mostró cuánto nos ama Jehová (Luc. 15:11-32). El padre de la parábola nunca perdió la esperanza de que su hijo volvería. Y, cuando este lo hizo, el padre lo recibió con los brazos abiertos. Si nos hemos apartado de Jehová y nos hemos arrepentido, podemos tener la certeza de que nuestro Padre desea acogernos. Nuestro Padre reparará todos los daños que provocó Adán. Cuando este se rebeló, Jehová decidió adoptar a 144.000 personas que serían reyes y sacerdotes en los cielos con su Hijo. Jesús y estos gobernantes ayudarán a los seres humanos obedientes a llegar a ser perfectos en el nuevo mundo. Tras superar una prueba final de obediencia, Dios les dará vida eterna. Nuestro Padre sentirá entonces la satisfacción de ver que la Tierra está llena de sus hijos perfectos. ¿Verdad que será maravilloso? w20.02 6, 7 párrs. 17-19
Con la parábola del hijo perdido, Jesús mostró cuánto nos ama Jehová (Luc. 15:11-32). El padre de la parábola nunca perdió la esperanza de que su hijo volvería. Y, cuando este lo hizo, el padre lo recibió con los brazos abiertos. Si nos hemos apartado de Jehová y nos hemos arrepentido, podemos tener la certeza de que nuestro Padre desea acogernos. Nuestro Padre reparará todos los daños que provocó Adán. Cuando este se rebeló, Jehová decidió adoptar a 144.000 personas que serían reyes y sacerdotes en los cielos con su Hijo. Jesús y estos gobernantes ayudarán a los seres humanos obedientes a llegar a ser perfectos en el nuevo mundo. Tras superar una prueba final de obediencia, Dios les dará vida eterna. Nuestro Padre sentirá entonces la satisfacción de ver que la Tierra está llena de sus hijos perfectos. ¿Verdad que será maravilloso? w20.02 6, 7 párrs. 17-19
Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo unigénito (Juan 3:16).
Con la parábola del hijo perdido, Jesús mostró cuánto nos ama Jehová (Luc. 15:11-32). El padre de la parábola nunca perdió la esperanza de que su hijo volvería. Y, cuando este lo hizo, el padre lo recibió con los brazos abiertos. Si nos hemos apartado de Jehová y nos hemos arrepentido, podemos tener la certeza de que nuestro Padre desea acogernos. Nuestro Padre reparará todos los daños que provocó Adán. Cuando este se rebeló, Jehová decidió adoptar a 144.000 personas que serían reyes y sacerdotes en los cielos con su Hijo. Jesús y estos gobernantes ayudarán a los seres humanos obedientes a llegar a ser perfectos en el nuevo mundo. Tras superar una prueba final de obediencia, Dios les dará vida eterna. Nuestro Padre sentirá entonces la satisfacción de ver que la Tierra está llena de sus hijos perfectos. ¿Verdad que será maravilloso? w20.02 6, 7 párrs. 17-19
