PROCESO DE FORMACIÓN DE SUELOS ORGÁNICOS
Para la formación de suelos orgánicos es fundamental que ocurra un proceso de acumulación, descomposición y almacenamiento de materia orgánica. Esta materia del suelo deriva de residuos animales y vegetales.
Inicialmente, en la superficie se acumulan cantidades de materia orgánica no descompuesta, principalmente donde hay humedad y bajas temperaturas. Al transcurrir el tiempo, las bacterias, lombrices y hongos aprovechan dichos residuos, transformando compuestos orgánicos en inorgánicos.
De esta manera, el agua, dióxido de carbono, azúcares y ácidos orgánicos, entre otros, se convierten en compuestos inorgánicos como sales de amonio, fosfato y sulfato. El proceso mediante el cual se da esta transformación se denomina mineralización.
Los compuestos inorgánicos resultantes se incorporan a los exoesqueletos de los macroinvertebrados del suelo. Después que estos mueren y se descomponen se tiene un suelo orgánico contentivo de minerales y proteínas a disposición de las plantas.
Para la formación de suelos orgánicos es fundamental que ocurra un proceso de acumulación, descomposición y almacenamiento de materia orgánica. Esta materia del suelo deriva de residuos animales y vegetales.
Inicialmente, en la superficie se acumulan cantidades de materia orgánica no descompuesta, principalmente donde hay humedad y bajas temperaturas. Al transcurrir el tiempo, las bacterias, lombrices y hongos aprovechan dichos residuos, transformando compuestos orgánicos en inorgánicos.
De esta manera, el agua, dióxido de carbono, azúcares y ácidos orgánicos, entre otros, se convierten en compuestos inorgánicos como sales de amonio, fosfato y sulfato. El proceso mediante el cual se da esta transformación se denomina mineralización.
Los compuestos inorgánicos resultantes se incorporan a los exoesqueletos de los macroinvertebrados del suelo. Después que estos mueren y se descomponen se tiene un suelo orgánico contentivo de minerales y proteínas a disposición de las plantas.
PROCESO DE FORMACIÓN DE SUELOS ORGÁNICOS
Para la formación de suelos orgánicos es fundamental que ocurra un proceso de acumulación, descomposición y almacenamiento de materia orgánica. Esta materia del suelo deriva de residuos animales y vegetales.
Inicialmente, en la superficie se acumulan cantidades de materia orgánica no descompuesta, principalmente donde hay humedad y bajas temperaturas. Al transcurrir el tiempo, las bacterias, lombrices y hongos aprovechan dichos residuos, transformando compuestos orgánicos en inorgánicos.
De esta manera, el agua, dióxido de carbono, azúcares y ácidos orgánicos, entre otros, se convierten en compuestos inorgánicos como sales de amonio, fosfato y sulfato. El proceso mediante el cual se da esta transformación se denomina mineralización.
Los compuestos inorgánicos resultantes se incorporan a los exoesqueletos de los macroinvertebrados del suelo. Después que estos mueren y se descomponen se tiene un suelo orgánico contentivo de minerales y proteínas a disposición de las plantas.
