Consejo 3. Potencia tus fortalezas. Intenta no equivocarte.
¿Qué deberíamos decirles? Comete errores y aprende a fallar.
Los padres, como la mayoría de las personas, suelen poner etiquetas. Por eso, no es extraño que terminen exagerando determinadas habilidades de sus hijos mientras socavan otras. Si notan que su hijo es particularmente dotado para las Matemáticas o un deporte, potenciarán eso. A primera vista, no hay nada de malo en ello. Sin embargo, esa actitud promueve lo que se conoce como “mentalidad fija”, de manera que los niños serán menos propensos a explorar y descubrir cosas nuevas.
Cuando un niño recibe elogios por ser atlético o ser bueno en Matemáticas, será menos propenso a salir de esa zona de confort y, por ejemplo, animarse a escribir un poema o participar en una obra de teatro. Esos niños también se frustran más cuando algo no les sale bien y son menos propensos a buscar nuevos desafíos porque prefieren mantenerse en lo conocido, aquello en lo que «son buenos».
Por eso, es importante que los niños aprendan a afrontar nuevos desafíos, cometan errores, se esfuercen por desarrollar nuevas habilidades y, por supuesto, que fallen. Psicólogos de la Universidad de Illinois comprobaron que los niños mostrarán una actitud más optimista e incluso entusiasta ante los desafíos si saben que para conseguirlo solo necesitan esforzarse un poco más o volver a intentarlo. Además, será menos probable que se sientan mal consigo mismos cuando algo no sale según sus planes.
¿Qué deberíamos decirles? Comete errores y aprende a fallar.
Los padres, como la mayoría de las personas, suelen poner etiquetas. Por eso, no es extraño que terminen exagerando determinadas habilidades de sus hijos mientras socavan otras. Si notan que su hijo es particularmente dotado para las Matemáticas o un deporte, potenciarán eso. A primera vista, no hay nada de malo en ello. Sin embargo, esa actitud promueve lo que se conoce como “mentalidad fija”, de manera que los niños serán menos propensos a explorar y descubrir cosas nuevas.
Cuando un niño recibe elogios por ser atlético o ser bueno en Matemáticas, será menos propenso a salir de esa zona de confort y, por ejemplo, animarse a escribir un poema o participar en una obra de teatro. Esos niños también se frustran más cuando algo no les sale bien y son menos propensos a buscar nuevos desafíos porque prefieren mantenerse en lo conocido, aquello en lo que «son buenos».
Por eso, es importante que los niños aprendan a afrontar nuevos desafíos, cometan errores, se esfuercen por desarrollar nuevas habilidades y, por supuesto, que fallen. Psicólogos de la Universidad de Illinois comprobaron que los niños mostrarán una actitud más optimista e incluso entusiasta ante los desafíos si saben que para conseguirlo solo necesitan esforzarse un poco más o volver a intentarlo. Además, será menos probable que se sientan mal consigo mismos cuando algo no sale según sus planes.
Consejo 3. Potencia tus fortalezas. Intenta no equivocarte.
¿Qué deberíamos decirles? Comete errores y aprende a fallar.
Los padres, como la mayoría de las personas, suelen poner etiquetas. Por eso, no es extraño que terminen exagerando determinadas habilidades de sus hijos mientras socavan otras. Si notan que su hijo es particularmente dotado para las Matemáticas o un deporte, potenciarán eso. A primera vista, no hay nada de malo en ello. Sin embargo, esa actitud promueve lo que se conoce como “mentalidad fija”, de manera que los niños serán menos propensos a explorar y descubrir cosas nuevas.
Cuando un niño recibe elogios por ser atlético o ser bueno en Matemáticas, será menos propenso a salir de esa zona de confort y, por ejemplo, animarse a escribir un poema o participar en una obra de teatro. Esos niños también se frustran más cuando algo no les sale bien y son menos propensos a buscar nuevos desafíos porque prefieren mantenerse en lo conocido, aquello en lo que «son buenos».
Por eso, es importante que los niños aprendan a afrontar nuevos desafíos, cometan errores, se esfuercen por desarrollar nuevas habilidades y, por supuesto, que fallen. Psicólogos de la Universidad de Illinois comprobaron que los niños mostrarán una actitud más optimista e incluso entusiasta ante los desafíos si saben que para conseguirlo solo necesitan esforzarse un poco más o volver a intentarlo. Además, será menos probable que se sientan mal consigo mismos cuando algo no sale según sus planes.

