Cómo afectará a América Latina
Generalmente, La Niña se manifiesta en dos formas totalmente diferentes en América Latina: lluvias intensas y abundantes, aumento del caudal de los ríos y posteriores inundaciones en Colombia, Ecuador y el norte de Brasil; y en condiciones de sequía en Perú, Bolivia, el sur de Brasil, Argentina y Chile.
Varios de estos últimos países viven desde el pasado año una intensa sequía, que ha afectado los cultivos, ha secado ríos e impactado la generación hidroeléctrica.
Ahora se teme que La Niña retrase aún más la temporada de lluvias en el Cono Sur y haga de 2022 un año aún más seco.
Mientras, en el noreste de América del Sur han ocurridos deslaves en varios países y en otros, como en Colombia, las represas se encuentran en un 86% de capacidad, casi el doble de los niveles de hace un año, lo que es considerado históricamente alto.
Generalmente, La Niña se manifiesta en dos formas totalmente diferentes en América Latina: lluvias intensas y abundantes, aumento del caudal de los ríos y posteriores inundaciones en Colombia, Ecuador y el norte de Brasil; y en condiciones de sequía en Perú, Bolivia, el sur de Brasil, Argentina y Chile.
Varios de estos últimos países viven desde el pasado año una intensa sequía, que ha afectado los cultivos, ha secado ríos e impactado la generación hidroeléctrica.
Ahora se teme que La Niña retrase aún más la temporada de lluvias en el Cono Sur y haga de 2022 un año aún más seco.
Mientras, en el noreste de América del Sur han ocurridos deslaves en varios países y en otros, como en Colombia, las represas se encuentran en un 86% de capacidad, casi el doble de los niveles de hace un año, lo que es considerado históricamente alto.
Cómo afectará a América Latina
Generalmente, La Niña se manifiesta en dos formas totalmente diferentes en América Latina: lluvias intensas y abundantes, aumento del caudal de los ríos y posteriores inundaciones en Colombia, Ecuador y el norte de Brasil; y en condiciones de sequía en Perú, Bolivia, el sur de Brasil, Argentina y Chile.
Varios de estos últimos países viven desde el pasado año una intensa sequía, que ha afectado los cultivos, ha secado ríos e impactado la generación hidroeléctrica.
Ahora se teme que La Niña retrase aún más la temporada de lluvias en el Cono Sur y haga de 2022 un año aún más seco.
Mientras, en el noreste de América del Sur han ocurridos deslaves en varios países y en otros, como en Colombia, las represas se encuentran en un 86% de capacidad, casi el doble de los niveles de hace un año, lo que es considerado históricamente alto.


